Parece que todo lo que haces lo hagas de coña, como parodiando. Somos parodiantes. Mentiras minúsculas, insignificantes, y aún así criaturas divinas que ahí, oye, su espacio. Apenas su tiempo. Gracias a los húngaros supervivientes que sobrevivieron y lo contaron. Juanes que se abrieron camino en las plazas no exentas de distritos. Armonías disfuncionales en torno a una salsa de fuego moreno y terreno. Mentirijillas de cualquier cuarto, cositas que suben, bichos, marabunta parda y reglada.
Licenciada en teoría del material emocional. Sin permiso ni agallas para trabajar con tales materiales.
Alumbrado Público
Hace 9 años
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