Baja los ojos, y mírate el pelo que se te pone en la cara o mírate la nariz. Cierra los ojos y paséate las manos por la cara. Siente el sonido cercano cuando te acaricias las orejas, y el sonido lejano cuando las manos se alejan. Saborea tus manos y tus labios y tu boca. Olvídate de ver, de sentir y tocar, de saborear; pero mira, siente y saborea. Concéntrate. Y si alguien te mira desde una cámara y piensa que estás loco, no te preocupes, eso no va a pasar. No te preocupes, estás solo, no tengas miedo, nadie va a castigarte.
¡Me encantó!
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