Espero no llegar a comprender nunca (o peor, a convertirme en uno de ellos) el pensamiento excluyente de las personas. Que si esto y lo otro son, las astas no pueden ser. ¿Por qué esa necesidad de divergir, ese vivificador empeño por la separación? Espero la unión, el abrazo cálido, el seguro y fatal abrazo que, por fin, me sumirá en la completitud.
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