Todas esas cosas se crearon de forma tan rápida e impulsiva, de forma tan poética, tan deliberadamente literaria... Que precisamente por eso carecen de valor, porque se
crearon y no se
están creando. Y toda representación de lo que ya ha sido representado con anterioridad (aunque solo haya sido en la mente de uno) es triste, desasosiega y lo lanza a uno a la adaptación, piénsese de esto lo que se quiera (o lo que se pueda).
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