Lo normal no es normal porque sea normal. Lo normal es normal porque es triste.
La normalidad me entristece. No porque ésta sea normal, sino porque (y el enunciado anterior me apoya) es intrínsecamente triste.
¿Qué es lo normal? Quizá tenga que hacer esta aclaración (¡sí, tengo que hacerla, tengo que definirla, para no dar lugar a equívocos
-y por favor no confundas el término equívoco con el término interpretación-!) Lo normal es aquello cuyo comportamiento es previsible. Es aquello que, con un poco de ejercicio contemplativo, puede determinarse, sentirse, saberse, antes de su fin.
La gente ya vive preparada para lo no-sorpresivo. La gente ya vive preparada para la normalidad. Y es por eso por lo que la gente anda triste, pues ha perdido, no tiene, la capacidad para el sobresalto.