La escritura es un riesgo porque se trata de mostrar las vísceras. Yo, que busco la compañía, me da miedo mostrar mis vísceras, no vaya a ser que alguien salte y diga: puaj, que asco tus vísceras! Y piensas: joder, me deshago por dentro delante de ti, para que distingas de mí mi disfraz. Y tú no solo no te desdisfrazas conmigo, sino que encima me reprochas algo sobre mi pamela exagerada o sobre mi sobreactuación en el 0:16.
La no-escritura (o lo que sería lo mismo, el no-pensamiento) es el miedo a la intimidad. Y el pensamiento(escritura) completo, sin censuras, sería la intimidad máxima, con uno mismo y con los demás.
Y la verdad es que todo esto es susceptible de discusión, cosa que me encanta y que hace que te quiera o te necesite o te ame infinito. (¡Porque eres el que me falta para el juego de la discusión, porque eres mi contrincante verbal!).