viernes, 31 de julio de 2009

[]

Si me gusta mirarme al espejo es simplemente porque amo la comunicación y me gusta estudiar todo lo que yo pueda usar como vía de expresión. El reflejo de mi gesto, y muchas veces (y aquí la visión ya no me agrada) el de la ausencia de mi gesto.

Me aburro sin ti. Ojalá no tenga que explicar esto dos veces.

La escritura es un riesgo porque se trata de mostrar las vísceras. Yo, que busco la compañía, me da miedo mostrar mis vísceras, no vaya a ser que alguien salte y diga: puaj, que asco tus vísceras! Y piensas: joder, me deshago por dentro delante de ti, para que distingas de mí mi disfraz. Y tú no solo no te desdisfrazas conmigo, sino que encima me reprochas algo sobre mi pamela exagerada o sobre mi sobreactuación en el 0:16.

La no-escritura (o lo que sería lo mismo, el no-pensamiento) es el miedo a la intimidad. Y el pensamiento(escritura) completo, sin censuras, sería la intimidad máxima, con uno mismo y con los demás.

Y la verdad es que todo esto es susceptible de discusión, cosa que me encanta y que hace que te quiera o te necesite o te ame infinito. (¡Porque eres el que me falta para el juego de la discusión, porque eres mi contrincante verbal!).

miércoles, 29 de julio de 2009

El juego de repetir

1: ???==

2: ???==

1: !!!

2: !!!

1: ¡Oiiiighhh! Venga ya, déjalo

2: ¡Oiiiighhh! Venga ya, déjalo

1: ...

2: ...

1: Eres un títere en mis manos

2: Eres un títere en mis manos

viernes, 3 de julio de 2009

Dios existe y habita en mi bazo

El problema, mi niño, es que la violencia llama a la violencia y la calma llama a la violencia.
Ya no saben guardarse la violencia dentro, hasta que ya se muere de sola y de vieja, de ineficaz, de desesperante vitalidad.

Dame un puñetazo en el estómago. Ayúdame.

miércoles, 1 de julio de 2009

"ser ya"

Si lo imposible es "todo lo que no es posible” y lo posible es algo que “puede llegar a ser”… Algo que “ya es”, qué sería, ¿posible o imposible?

La vida es imposible (y míranos: somos)

La vida es así y yo intento pintarla, pero ni por esas

Los padres llevan al niño al circo y pueden disfrutar del espectáculo, pero no miran a los elefantes. Al menos no como los mira el niño, que es con toda la atención. El adulto simplemente, si eso, ve a los a los animales y luego, si eso, dice algo sobre el maltrato animal o lo bizarro que parece un señor con látigo enfrentándose a unos leones. Los niños odian a los payasos, no sé cómo nadie se ha dado cuenta de eso todavía. El niño odia a un humano que se disfraza de una cosa para aparentar no ser humano, y que anda raro y hace gestos estudiados que no son graciosos. Pero el elefante y los leones, eso es otra cosa. El niño es el admirador mayor del mundo, en cuanto a su capacidad de atención hacia todo lo que es natural: la hilera de hormigas sobre las losas de la calle, los bichos bola, las mariquitas redondas o alargadas, los piojos, las moscas, los gusanos...