martes, 17 de julio de 2012

Es El Vertedero. A veces llamado El verte, es un establecimiento comercial urbano que vende bienes de consumo en sistema de autoservicio. Tienen lugar alimentos, ropa, juguetes, muebles, electrodomésticos, e incluso artículos de higiene, perfumería o limpieza.

También las llamadas bolsas sorpresa: basura sin abrir cuyo contenido no ha sido inspeccionado por las manos del comerciante. Aunque difieren los precios según donde haya sido efectuada la recogida de la basura. Hay dos tipos: la del españolito medio y, luego, en lo más alto del status, la bolsa de oro. (También llamada Golden). No existe la bolsa de los pobres, porque bien es sabido que los pobres no producen basura.

Un niño entró y escuchó a la cajera hacer un gesto con cierta gracia. “Es pop”, decía meneando la melena. El niño captó la belleza del instante, aunque se le antojó metafóricamente triste.

Un hombre de chicle baila sin proponérselo entre los dedos de una mano. Más tarde, esos mismos dedos moldean al hombre de chicle y lo convierten en una pelota, que con habilidad, destreza, y algo de miedo, es lanzada a una ventana abierta. El chicle, plástico.

Unos como nosotros, pero más grandes y claros, llevan palos grandes en las manos.

solitariedad

Conocer la existencia de la teoría del psicoanálisis tiene en mí ciertos resultados. Toda cosa que hago o digo me es propuesta como material de estudio, en cuanto que se supone que toda palabra o acto trasciende el mundo consciente y significa algo. Pero luego me canto esa que dice: “bueno, y aún así, qué más da? ¿para qué quieres conocerte? ¿para qué quieres tomarte en serio? ¿en serio vas a creerte todo lo que te cuentas?” Y quiero no creerme a mí misma por una sencilla razón, y todo esto advierto es intuición adolescente o prematura y quizá mi percepción sobre esto cambie con el tiempo o eso espero, o al menos, eso es lo que apoyaría mi tesis. Bua. Esa sencilla razón es: si me creyese a mí misma, no podría serme infiel. ¡Y oye, es que, qué regusto dan a veces las camas ajenas! Pero también… qué caprichosa electricidad masaje al espíritu que tiene la tuya.

Esa sencilla razón ahora tiene una enemiga con la que tonteará un poco durante un tiempo, indeterminado.

Un primer ejemplo demostrará hasta qué punto la vaguedad ha generado confusión y, ya se sabe, que la confusión crea monstruos.

Tengo ganas de meter toda la mano dentro de un bote de miel pegajosa, de pintar un cubilete cada cara de un color, y de rascarme con sus puntas. Tocar un círculo de color pastel rugoso, otro suave.

voy a dibujar con letras que no son letras sino imágenes

Así me gusta

O

Bien hecho.

Y le das dos palmaditas en la espalda.

Conocer la realidad hasta el punto en que nos sea posible, ser amigos suyos respetando sus parcelas, tener en cuenta que nosotros nunca la conoceremos del todo, pues la realidad tiene muchos amigos y a cada uno de ellos se muestra como quiere.

Anda, pues cuando yo lo vi no parecía eso

Cuando manejas algo grande, tienes la seguridad de que lo manejas. Cuando descubres qué es, ves que no es tan grande, y si no es tan grande pues entonces no lo dices.

análisis crítico del discurso

No se trata de preguntas tipo "¿qué te gusta hacer?" donde no habrá mas variedad que la de salir a pasear, comer tal cosa, hacer deporte, leer, o como mucho “lo que te guste hacer a ti”, en plan ingenioso. Sino preguntas del tipo "¿cómo te quedas?" como esperando, además de una respuesta “preparada”, una reacción, un sentimiento espontáneo, una declaración del estado presente.

Observación de conductas de un sujeto que no se sabe observado.

viernes, 6 de julio de 2012

Cada ciudad estaba dentro de una burbuja, y cada burbuja se situaba sobre la copa de un árbol muy alto. Se veía una panorámica de las copas de los árboles, algunos con sus burbujas. Las burbujas podían moverse, cambiar de una copa a otra. En un cómic Snoopy explicaba algo así: existen tres rollos de papel higiénico: el del pasado, el del futuro y el del presente: el del pasado se desenrolla, el del futuro se levanta, el del presente se queda ahí bien guiado.