martes, 17 de julio de 2012

Es El Vertedero. A veces llamado El verte, es un establecimiento comercial urbano que vende bienes de consumo en sistema de autoservicio. Tienen lugar alimentos, ropa, juguetes, muebles, electrodomésticos, e incluso artículos de higiene, perfumería o limpieza.

También las llamadas bolsas sorpresa: basura sin abrir cuyo contenido no ha sido inspeccionado por las manos del comerciante. Aunque difieren los precios según donde haya sido efectuada la recogida de la basura. Hay dos tipos: la del españolito medio y, luego, en lo más alto del status, la bolsa de oro. (También llamada Golden). No existe la bolsa de los pobres, porque bien es sabido que los pobres no producen basura.

Un niño entró y escuchó a la cajera hacer un gesto con cierta gracia. “Es pop”, decía meneando la melena. El niño captó la belleza del instante, aunque se le antojó metafóricamente triste.

Un hombre de chicle baila sin proponérselo entre los dedos de una mano. Más tarde, esos mismos dedos moldean al hombre de chicle y lo convierten en una pelota, que con habilidad, destreza, y algo de miedo, es lanzada a una ventana abierta. El chicle, plástico.

Unos como nosotros, pero más grandes y claros, llevan palos grandes en las manos.

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