miércoles, 21 de septiembre de 2011

Denoronu niru wai mechinai kanin-ná

Aquella mañana se levantaba un pastizal de narices, y ningún pirata de la vieja bodega se persistía al cambio de los allí inauditos. Cualesquiera de sus opciones resultaba ventajosa, y como quien come ahora pino ahora azul ahora vertuoso, relegado se olvidó de sus olivares: incipientes, caninos, bursátiles.

El viejo esperaba a través de la otra orilla, y como un lento murmullo (renoso de lo suyo, cuajado) se llevó la traza a la boca. Temiendo, si fuere preciso, un chasquido de pintura del verano. El chasquido.

-Partitus sun, in olivierat parnussae. Dijo el ombligo, cansado de tumbarse a sí mismo.

-Ahora mismo, señorita.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Inertte

No es que internet tenga la información: es que internet tiene la información (la da) más rápido. ¿Cuántas semanas tiene un año? A 4 semanas por mes, a 12 meses por año… O no: a 365 días que tiene un año entre 7 días que tiene una semana…

365/7= 52,14285714285714

Esto me ha llevado un tiempecito. En realidad terminé ayudándome de la calculadora para extraerle los decimales. Demasiados decimales. Tanta exactitud lo convierte en un concepto inexacto, intacto. Cuántas semanas tiene un año no es decimal, es qué se yo.

O: Tecleo en google “cuántas semanas tiene un año”. Yahoo Respuestas = 52.
La tecnología es: rapidez.
De la mano a la calculadora, pero el tiempo, o algo, es indivisible.