lunes, 17 de enero de 2011

Chesterton

Leí aforismos de Chesterton. Éstos llamaron mi atención:

El suicida es el antípoda del mártir. El mártir es un hombre que se preocupa a tal punto por lo ajeno, que olvida su propia existencia. El suicida se preocupa tan poco de todo lo que no sea él mismo, que desea el aniquilamiento general.

La fantasía nunca arrastra a la locura; lo que arrastra a la locura es precisamente la razón. Los poetas no se vuelven locos, pero sí los jugadores de ajedrez.

El lógico desequilibrado se afana por aclararlo todo y todo lo vuelve confuso, misterioso. El místico, en cambio, consiente en que algo sea misterioso para que todo lo demás resulte explicable.

El pesimismo no consiste en estar cansado del mal, sino en estar cansado del bien. La desesperación no consiste en estar cansado del sufrimiento, sino en estar cansado de la alegría.

No es bueno que los hombres sepan hasta qué punto somos buenos.

Una buena novela nos dice la verdad sobre su protagonista; pero una mala nos dice la verdad sobre su autor.

Los ángeles pueden volar porque se toman a sí mismos a la ligera.

En la tierra de la anarquía absoluta no hallaréis aventuras, pero en la de la autoridad, cuantas os plazca.

Es difícil dar una definición de la lealtad, pero quizás nos acercaremos a ella si la llamamos el sentimiento que nos guía en presencia de una obligación no definida.

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