domingo, 20 de junio de 2010

Siento la culpa.
Y sé que Nietzsche pintó:
que la culpabilidad es como la mordedura de un perro en una piedra: una tontería.
Y pienso que Nietzsche es un adulto verdadero. O un niño abandonado que renació.

Nietzsche es un médico, (puede que algo chapucero, -lo pueden opinar algunos-) o más bien, un repartidor de medicinas (antes el lechero era lo mismo que el repartidor de la leche, pero ahora esas funciones son realizadas por personas diferentes), Nietzsche es un repartidor/dispensador de medicinas o parches para el alma.

Chapucero o no, hay una cosa segura: De más de un apuro me ha salvado, de más de una muerte del cuerpo. (Y necesito mi cuerpo: es mi apoyo).

Y por eso, doy gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario